¿Cómo vivo un partido de sanción como entrenador?

Cuando me ha tocado estar suspendido por una expulsión como entrenador, se crea una tensión muy incómoda en los jugadores (recordemos que el jugador en general quiere o prefiere que sea el entrenador que le diga las cosas y no sus asistentes) y en el staff. Pasan ellos al primer plano, cosa a la que muchos no están acostumbrados, y como seres humanos todos reaccionan de manera diferente, pero comúnmente genera nerviosismo.

Por ejemplo, asistentes que normalmente miran el partido sentados, se encuentran de pie y gritando todo el partido. Esto demuestra lo dicho anteriormente, que la tensión juega un papel primordial y dependiendo de la persona, afectará más o menos lo que pase.

Restricciones para entrenadores sancionados

En los últimos años (FIFA, UEFA, CONMEBOL y federaciones de cada país) han acelerado las reglas o restricciones a los entrenadores suspendidos. Creo que hasta en algún país no se les permite ir al estadio, cosa que es exagerada bajo mi punto de vista.

Acá en Chile las reglas son claras y hay que cumplirlas. Son así de sencillas: el entrenador no puede pasar por el vestuario y no debe mantener ningún contacto con el banco de suplentes durante el partido, ni en el entretiempo, ni obviamente dar ningún tipo de instrucción durante el partido a los jugadores. Aclaro esto ya que sin hablar con el banco de suplentes el entrenador se podría sentar en tribuna y gritarles directamente a los jugadores, cosa prohibida.

Partido de sanción contra La Serena

Este último partido llegamos al estadio y sin pasar por el vestuario, me dirigí a un box que normalmente utilizan las radios, pequeño pero confortable. Estuve la primera hora y media bastante aburrido ya que al no poder hacer nada el tiempo no pasa muy rápido. Al tener una TV miré un partido que estaba pasando, hablé por teléfono con mi señora y poca cosa más.

El cambio viene cuando empieza el partido y no podés hacer lo que te gusta, y a pesar de confiar muchísimo en mi staff, lo más difícil es no poder participar, ayudar y sobre todo decidir.

Por suerte ganamos, no fue fácil ni el partido ni llevarlo desde allá arriba, pero todo vuelve a la normalidad y como siempre se aprende mucho, cosa que debo utilizar para que no tenga otra expulsión y estar donde más me gusta, cerca de la cancha, tomando decisiones.

 

FOTO: FRANCISCO LONGA/AGENCIAUNO